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Las nubes no viajan solas filma espacios y tiempos con forma documental y experimental. Un cine nómade que encuentra en el viaje sonidos e imágenes que mutan para transformarse en reflexiones, ensayos, historias. 


Vanina De Acetis
Fanática de los viejos formatos para capturar y reproducir imágenes y amante de lo documental, pasa sus días inmersa en formas cinematográficas, observando las pequeñas cosas, aquellas que parecen inmóviles pero que están llenas de vida. Aventurera de lugares abandonados, lejanos y sobre todo en blanco y negro, puede sucumbir ante un café con bay biscuits. Suele meter mano en bolsas, cajas y contenedores de basura en busca de recuerdos ajenos y, con suerte, alguna película familiar abandonada. La precisión de sus encuadres la ha llevado a pasar horas observando a través del visor de una cámara. Es la codirectora, cosonidista, coeditora, enderezadora de horizontes y, por supuesto, copiloto de esta película.




Luciano Lucaioli
Viajero innato, suele recorrer infinitas distancias en busca de aventuras. Persigue lo desconocido y lo solitario. Le gustan las canciones que usan las notas do, la menor, fa y sol y con eso se inventa paisajes imaginarios para vivir. En otra vida lo llamaron “el rey del fuego” y todavía hoy conserva esos poderes; puede hacer revivir la leña mojada hasta sacarle largas llamaradas. Su pasión es el coctel de imágenes y el reciclado audiovisual, no desprecia la suciedad ni el tiempo: ahí donde todos ven pasados aburridos y recuerdos olvidados en viejas cintas de video, él ve potenciales películas. Es co-autor de este proyecto y pilar fundamental de las nubes.




Aurora
Se llama Aurora porque es la que dió comienzo a este proyecto de viajar por el mundo. Es además el motor energético de Las nubes, las ganas de hacer avanzar el día ni bien comienza, para vivirlo plenamente y volver a empezar. Se deja ver como un instante de luz permeable por el paisaje. Viene de ningún lugar preciso y va hacia todos los lugares posibles. No le gusta estar detenida pero adopta el paso lento para andar por las rutas. Prefiere el asfalto aunque no se deja faltar el respeto y le hace frente al todo terreno. Ha renacido en bosques, ríos y montañas escondidas. Tiene una visión angular de la vida y no duda en compartir las panorámicas del mundo a través de sus ventanas con los viajeros que adopta en el camino. Quien se suba a ella alguna vez, nunca bajará siendo la misma persona.